Evolución e impacto de la participación ciudadana a través de los años. (Piero Contreras Ruiz)

Durante los últimos años, la ciudadanía ha ido zanjando una brecha cada vez más amplia respecto al gobierno. Quizá las gestiones ineficientes de los gobernantes han ocasionado esa pérdida de confianza en las instituciones y el poco interés que tiene el ciudadano por la política. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que la participación ciudadana ha sido clave a lo largo de la historia para poder construir avances significativos para la sociedad, y que, por lo tanto, debemos de recobrar ese sentir de la participación ciudadana y su rol en la gestión pública.

Debemos de recordar que democracia significa “gobierno del pueblo”, y ese término nos remite a una acción y un obrar concretos de la ciudadanía. Bajo este concepto, democracia y participación son términos sinónimos y complementarios: no hay un camino hacia la democracia, la democracia es el camino. El objetivo, por tanto, que persigue la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos es darle contenido y ampliar los ámbitos de este “gobierno del pueblo”, caminando por un sendero democrático, avanzando en lo que se conoce como democracia participativa.

Si analizamos la historia de la participación ciudadana debemos enfocar sobre el rol y el impacto de la participación ciudadana a través de los años, desde lo que podemos definir como sus inicios en la antigua Grecia, hasta su evolución con la virtualidad del mundo actual. Es importante conocer y comprender los principios básicos de la participación de la ciudadanía y su importancia en la democracia, conocer los diferentes niveles y formas que tiene la participación ciudadana, tener una noción básica sobre cómo surge la participación ciudadana y repasar aquellos hechos históricos que fueron determinantes para su evolución.

La participación ciudadana se puede dar de diferentes formas, niveles y contextos; pero lo que no cambiará, será el impacto que tiene en la sociedad. Por eso, resulta fundamental para favorecer el control de los gobernantes, transmitir los intereses de los ciudadanos, solucionar conflictos y favorecer acuerdos.

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